Ilustración portada: Ana Oncina
Género: realismo mágico
Valoración: ⭐⭐
Aprueba porque la portada en la edición española es de una ilustradora que me gusta, Ana Oncina, y fue realmente lo que me atrajo del libro cuando le estaba leyendo una seguidora en goodreads.
Para leerlo por las noches no está mal porque es una lectura ligera, y en cierto modo las historias te pueden enganchar por el ¿que pasará? también tiene cierto magnetismo que los dulces sean mágicos y ayuden a expresar sus sentimientos frustrados a los humanos, cada uno le afecta de una manera diferente, pero eso no quita que hay un mensaje en varios capítulos bastante machista, sobre todo en el de la madre, algo que no debería sorprendernos de la cultura oriental, pero que no me gusta que se tienda a romantizar como si la solución que se consigue fuera algo adecuado. también se hace algo pesado que en todos los capítulos se describa del mismo modo o casi similar la calle "invisible" del Crepúsculo que ya conocemos como es o la tienda o incluso el físico del chico que vende los dulces mágicos, creo que si el personaje era diferente también debería ser como ve el lugar, narrar cambiado un poco 🤔 todo hay que decir que el último capítulo me dejó con buen sabor de boca porque por fin se desvelan los misterios del protagonista, Kogetsu, su pastelería, el nombre que le puso y el porque hace esos dulces especiales para "sanar" los problemas de los humanos. Ahora bien creo que no deja de ser una lectura entretenida, como he dicho antes, para por las noches de esas que no te importa ir leyendo poco a poco o perderte algo cuando te entra sueño 🥱
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